A lo largo de los tres días de trabajos y puestas en común, la digitalización, el desafío que supone el cambio climático y la inclusión han sido los ejes principales sobre los que se quiere vertebrar la educación del futuro.
Las delegaciones de los países participantes han estado compuestas por el ministro o ministra de educación correspondiente y por representantes sindicales del profesorado. La ministra de educación, Pilar Alegría inauguró la Cumbre, para después dejar el peso de la representación de su ministerio al Secretario de Estado, Alejandro Tiana, a pesar de que era condición necesaria para la participación en esta Cumbre la presencia del titular de la cartera ministerial. Así lo han hecho países como Finlandia, Dinamarca, Suecia o Singapur que han recalcado a lo largo de los tres días de debate, la importancia de apoyar a los docentes y de mantener su bienestar para conseguir los avances educativos que se pretenden.
En cambio, la postura mantenida por la delegación española ha sido mucho más tibia en el apoyo a los docentes, mostrándose especialmente crítica hacia el profesorado, al señalar la falta de formación del mismo, para llevar a cabo políticas de inclusión o la necesaria digitalización.
Igualmente desafortunada, ha sido la selección realizada por el propio Ministerio de Educación de España de los representantes sindicales del profesorado que han formado parte de la delegación oficial. Dos organizaciones han sido las invitadas, siendo una de ellas prácticamente irrelevante en cuanto a la representación del profesorado (hay, al menos, cuatro organizaciones con mayor representación sindical). Entendemos, por lo tanto, que su presencia en la Cumbre se debe a su afinidad política con el gobierno, no a su representatividad.
La Confederación de STEs-i ha participado en este encuentro en calidad de observador, constatando la diferencia existente entre las políticas educativas que llevan a cabo otros países y su sensibilidad con los docentes, y la de nuestro país, especialmente cicatera con ellos.
La próxima cumbre se celebrará el próximo año en Estados Unidos, país que también ha participado en esta edición.