La educación on line, un gran error de consecuencias imprevisibles, ¿o una bomba de relojería? (los peligros de la transformación digital de la educación)

  • La Confederación de STEs-i  alerta sobre las graves consecuencias de transformar una FP reglada y académica, en una FP desregulada, ocupacional sin más.
  • Están apareciendo empresas impulsadas por fondos de inversión con un alumnado superior en número a 20.000 y con poco más de 145 personas trabajando como empleadas en funciones docentes y administrativas.
  • Una cosa es formar y otra educar, entendida como el desarrollo integral de la persona; lo cual engloba el plano cognitivo, afectivo, social, incluso motriz.

Durante siglos, la educación presencial ha sido la herramienta por excelencia de la socialización y culturización de las sociedades. Personas de toda clase social han podido convivir juntos en un aula, en un patio o en un mismo centro educativo permitiendo, en cierta manera, reducir el impacto social que supone la diferencia de clases.

Con la aparición de Internet y su expansión a lo largo y ancho de la Tierra apareció por primera vez la posibilidad de una educación universal, pero con consecuencias imprevisibles en aquel momento y cada vez son más claras actualmente. Las peores previsiones apuntadas en su momento se están cumpliendo y el futuro inmediato preconiza, si el gobierno español y los gobiernos autonómicos no legislan adecuadamente, una debacle social sin precedentes en las últimas décadas.

Los bajos costos de la formación (que no educación) on line se han convertido en un atractivo negocio para los grupos inversores que han visto un filón de oro sin precedentes con prácticamente nulo riesgo y avalado por las políticas estatales y autonómicas españolas. A todo ello se ha de añadir los miles de millones de euros que Europa, a través de los Fondos Next Generation, ha inyectado a España para el desarrollo de la Formación Profesional. Y además, la nueva ley de la Formación profesional, no solamente no regula esta modalidad formativa, sino que le da cancha al transformar la Formación Profesional reglada y académica en una Formación Profesional ocupacional sin más, de tal manera que una vez esté toda la Ley desarrollada y aplicada, el éxito o fracaso de la FP no se medirá por los resultados académicos del alumnado sino por el índice de colocación a corto plazo de la mayoría de ellos.

En estos momentos, se han creado y continúan creándose a lo largo y ancho de la geografía española empresas de formación on line que actualmente ya cuentan, algunas de ellas, con más de 20.000 alumnas y alumnos (para 145 trabajadoras y trabajadores, no todos ellos docentes) y que, en el caso de la formación reglada, como es el caso de la formación profesional, se atreven a ofertar prácticamente cualquier ciclo formativo con tal de que sea económicamente rentable. Además, no existe prácticamente control a nivel académico sobre estas empresas ya que la legislación vigente es prácticamente liberal con ellas y evidentemente lo que prima es “ganar dinero” al menor coste, independientemente del resultado porque nadie lo va a controlar.

En este contexto, como Confederación de los STEs, consideramos que la educación y la sociedad de este país se encuentran en un momento crítico, pero aún no irreversible. Por ello exigimos al Gobierno estatal y a los gobiernos autonómicos que rectifique y que se pongan a trabajar en una adecuada y urgente regularización de la educación on line, la cual, en todo caso, ha de prever la priorización de la formación y educación presencial sobre la educación telemática;  el control exhaustivo de los procesos de enseñanza-aprendizaje impartidos por las empresas privadas que acceden a la formación reglada a distancia, y que, en todo caso, ha de estar validada por la administración educativa pública a través de su funcionariado y, la potenciación o creación de institutos públicos de formación on line como garantes de una formación a distancia segura y de calidad.

Una cosa es formar y otra educar, entendida como el desarrollo integral de la persona, lo cual engloba el plano cognitivo, afectivo, social, incluso motriz. El compañerismo, la solidaridad que permite la educación presencial, posibilita enfrentarse a los desafíos académicos más allá de un plano meramente individualista. La capacidad de trabajar en grupo permite aprender unos de otros y otras, estableciendo lazos sociales; estimulando la creatividad. Se refuerzan los valores éticos, aportando un crecimiento no solo intelectual, sino también personal para crear sociedades más cívicas y democráticas. La educación presencial, promueve valores como la tolerancia, el entendimiento por encima de nuestras diferencias políticas, culturales y religiosas, poniendo especial énfasis en la defensa de los derechos humanos, la protección de las minorías étnicas y de los colectivos más vulnerables, y la conservación del medio ambiente.

Por todo ello STEs-i, el sindicato reivindicativo, con una voluntad eminentemente movilizadora y combativa, no dará ni un paso atrás en la lucha por una sociedad más igualitaria y de oportunidades para todas y todos.