La Ministra de Educación crea incertidumbre con sus propuestas de evaluación del profesorado y cambios de temarios de oposiciones

Sorpresa e indignación ha creado la ministra con las declaraciones efectuadas ayer en el Foro “Educar para el siglo XXI. Desafíos y propuestas sobre la profesión docente”.  El anuncio de vincular una parte de las retribuciones del profesorado a un proceso externo de evaluación y cambiar los temarios de las pruebas de acceso a la función pública docente, se enmarcan dentro de las ocurrencias, patinazos y bruscos cambios de opinión que lamentablemente están caracterizando estos cinco meses de mandato de Isabel Celaá al frente del Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP).

En efecto, primero fue su anuncio, nada más tomar posesión, de derogar de manera inmediata el Real Decreto-ley 14/2012 de 20 de abril, popularmente conocido como decreto de los recortes de Rajoy, animando a las comunidades autonómicas a anticipar para este curso su no aplicación. Sin embargo, desde hace un mes, ha cambiado de opinión y se plantea diferir la derogación al curso 2019/20.

Después ha sido el tema de la LOMCE. El PSOE manifestaba en la oposición su intención de derogar de forma inmediata la ley Wert si accedía al gobierno; sin embargo, la ministra anunció hace una semana que solamente iba a modificar algunos artículos de la misma, limando los aspectos, según su criterio, que hayan podido ser más polémicas de la citada norma legal y manteniendo el resto del articulado. Ahora nos encontramos con la sorpresa de los cambios que piensa introducir en la profesión docente.

Para STEs Intersindical, no es de recibo que la ministra de Educación, a unos meses vista de un proceso de oposiciones con ofertas de plazas muy potentes en todo el país, se descuelgue anunciando un posible cambio en el sistema de acceso que afectaría, parece ser, a los temarios. Las declaraciones no concretan mucho más, con lo que lo único que va a conseguir de momento es introducir incertidumbre, dudas y nerviosismo entre el colectivo de futuros opositores. STEs-intersindical no van a permitir, en la medida de sus posibilidades, que se haga ahora ningún cambio de temario cuando estamos en pleno proceso de negociación de las convocatorias de oposición, y faltando muy pocos meses para su publicación en los boletines oficiales. Para STEs-i las declaraciones de la ministra son auténticamente impresentables, y suponen una falta de respeto para el colectivo de opositores en general y para el personal interino en particular.

Por otra parte, y no menos preocupantes, son sus proyectos de carrera docente que dice se materializarán en un borrador de proyecto para el mes de diciembre. En primer lugar, adelanta que se negociarán con toda la comunidad educativa, cuando siendo un asunto puramente profesional debería negociarse exclusivamente en la Mesa Sectorial de Educación, es decir, únicamente con los representantes del profesorado que son, según el Estatuto Básico del Empleado Público, a quienes corresponde legalmente este tipo de negociaciones. A continuación, recurre a una serie de lugares comunes con los que, de manera general y abstracta, y con diferentes matices, todo el mundo puede estar de acuerdo: hay que mejorar la evaluación del profesorado, hay que mejorar la fase de prácticas una vez que se aprueba la oposición, etc.

Lo verdaderamente preocupante viene cuando adelanta alguna de las concreciones de estos enunciados generales. En concreto, STEs-i ya quiere dejar muy claro su absoluto rechazo a dos de los planteamientos ministeriales: que una parte de las retribuciones del profesorado se vinculen a los resultados de una evaluación externa, y que las direcciones de los centros intervengan en los nombramientos del profesorado. Para este sindicato la idea de crear jerarquías y divisiones salariales en base a caprichosas evaluaciones realizadas por agentes externos al sistema educativo no redundará precisamente en mejorar la calidad del sistema, sino en todo lo contrario. Si a esto le unimos que las direcciones de los centros se inmiscuyan en el nombramiento del profesorado, se va a generar un cambio radical a peor en la profesión docente tal y como la veníamos concibiendo hasta ahora, pasando de un modelo basado en la cultura de la igualdad, el trabajo en equipo y la concepción de la docencia como un quehacer colectivo, a una concepción individualista, piramidal y jerarquizada. Y así no progresará la calidad de nuestra enseñanza.

Como conclusión, la Confederación STEs-i quiere dejar claro, no ya su decepción y malestar con la gestión que está llevando a cabo la ministra Celaá al frente del Ministerio, sino que advierte públicamente que será absolutamente beligerante si el Ministerio decide cambiar ahora los temarios, si impone divisiones en el sistema retributivo ligadas a cualquier tipo de evaluación del trabajo docente o si otorga alguna facultad a las direcciones a la hora del nombrar al profesorado de los centros.

Secretariado de STEs-intersindical