80 millones de seres humanos necesitan un mundo más inclusivo e igualitario. No cerremos los ojos

20 de junio, Día Mundial de las Personas Refugiadas

Este año celebramos el Día Mundial del Refugiado en medio de un dramático cambio social.

Una pandemia ha puesto a prueba nuestra fortaleza y ha puesto de relieve desigualdades sistemáticas. Pero también nos ha descubierto nuevas formas para conectar entre nosotros y ha renovado nuestra motivación para actuar en favor de la igualdad.

En tiempos de COVID, rendimos homenaje a las personas refugiadas que están en primera línea de la lucha contra esta pandemia, a las comunidades que las acogen y a los trabajadores humanitarios que las apoyan. Hemos visto cómo héroes del día a día, de toda condición, daban un paso al frente para unirse a la primera línea de la respuesta.

No importa quién seas o de dónde vengas, haya o no pandemia, todo el mundo puede marcar la diferencia. Toda acción cuenta.

Toda acción cuenta 

La pandemia de COVID19 y las recientes protestas contra el racismo ponen de manifiesto cómo necesitamos luchar desesperadamente por un mundo más inclusivo e igualitario; un mundo donde nadie se quede atrás. Este momento que vivimos nos demuestra que todos desempeñamos un papel en la lucha para conseguir cambiar las cosas. Esto es la esencia misma de la campaña del Día Mundial del Refugiado del ACNUR. Este año, nuestro objetivo es recordar al mundo que todas las personas, incluidos los refugiados, pueden hacer una contribución a la sociedad y cada acción cuenta para crear un mundo más justo, inclusivo e igualitario.

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados hace un llamamiento a los países de todo el mundo para que hagan un mayor esfuerzo para encontrar un hogar para millones de refugiados y otras personas desplazadas por conflictos, persecuciones o eventos que perturban gravemente el orden público. En un informe publicado hoy se muestra cómo el desplazamiento forzado ahora está afectando a más del uno por ciento de la humanidad – una de cada 97 personas – mientras cada vez menos personas desplazadas pueden retornar a sus hogares.

El informe anual de ACNUR Tendencias Globales, que se presenta dos días antes del Día Mundial del Refugiado, el 20 de junio, muestra que un número sin precedentes de 79,5 millones de personas estaban desplazadas a fines de 2019. Es la cifra más alta jamás registrada por ACNUR.

El informe también señala que disminuyeron las posibilidades para las personas refugiadas que esperan en una solución rápida de su difícil situación. En la década de 1990, un promedio de 1,5 millones de refugiados pudieron regresar a sus hogares cada año. Durante la última década, ese número se ha reducido a alrededor de 385.000 personas, lo que significa que el aumento en el desplazamiento hoy supera ampliamente las soluciones.

“Estamos presenciando una nueva realidad, ya que el desplazamiento forzado hoy en día no solo está mucho más extendido, sino que simplemente ya no es un fenómeno a corto plazo y temporal”, dijo el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi. “No se puede esperar que las personas vivan en un estado de incertidumbre durante años, sin la posibilidad de volver a casa, ni la esperanza de construir un futuro donde estén. Necesitamos una actitud fundamentalmente nueva y más receptiva hacia todas las personas desplazadas, junto con un impulso mucho más decidido para resolver conflictos que duran años y que están en la raíz de un sufrimiento tan inmenso”.

El informe Tendencias Globales de ACNUR muestra que de los 79,5 millones de personas que se encontraban desplazadas al final del año pasado, 45,7 millones eran personas que habían huido a otras áreas de sus propios países. El resto eran personas desplazadas en otros lugares, 4,2 millones de ellas esperaban el resultado de sus solicitudes de asilo, mientras que 29,6 millones eran refugiados y otras personas que se habían visto obligadas a desplazarse fuera de su país.

El aumento anual, de una cifra de 70,8 millones a fines de 2018, es el resultado de dos factores principales. Primero, preocupan los nuevos desplazamientos en 2019, particularmente en la República Democrática del Congo, el Sahel, Yemen y Siria – estando este último país ahora en su noveno año de conflicto y dando cuenta por sí solo de 13,2 millones de refugiados, solicitantes de asilo y desplazados internos, que representan un sexto del total mundial.

El segundo es una mejor representación de la situación de los venezolanos fuera de su país, muchos de los cuales no están legalmente registrados como refugiados o solicitantes de asilo, y para quienes se requieren mecanismos que tomen en cuenta las consideraciones de protección.

Y dentro de todos estos números hay una multitud de crisis individuales y muy personales. La cantidad de niños (estimados en 30-34 millones, decenas de miles de ellos no acompañados) que están entre los desplazados es mayor que, por ejemplo, las poblaciones enteras de Australia, Dinamarca y Mongolia juntas. Mientras tanto, la proporción de personas desplazadas de 60 años o más (el 4 por ciento) está muy por debajo de su porcentaje en la población mundial (el 12 por ciento), una estadística que describe el sufrimiento inconmensurable, la desesperación, el sacrificio y la separación de sus seres queridos.

8 cosas que debes saber sobre el desplazamiento forzado

– Al menos 100 millones de personas se vieron obligadas a huir de sus hogares en la última década, buscando protección dentro o fuera de sus países. Hay más personas que huyen que toda la población de Egipto, el decimocuarto país más poblado del mundo.

– El desplazamiento forzado casi se ha duplicado desde 2010 (41 millones entonces frente a 79,5 millones ahora).

– El 80 por ciento de las personas desplazadas del mundo se encuentran en países o territorios afectados por inseguridad alimentaria aguda y desnutrición, muchos de ellos son países que enfrentan riesgos climáticos y de desastres naturales.

– Más de las tres cuartas partes de los refugiados del mundo (el 77 por ciento) están atrapados en situaciones de desplazamiento prolongado, por ejemplo, la situación en Afganistán, ahora en su quinta década.

– Más de ocho de cada 10 refugiados (el 85 por ciento) se encuentran en países en desarrollo, generalmente un país vecino del que huyeron.

– Cinco países representan dos tercios de las nacionalidades de las personas desplazadas a través de fronteras: Siria, Venezuela, Afganistán, Sudán del Sur y Myanmar.

– El Informe Tendencias Globales cuenta todas las principales poblaciones desplazadas y refugiadas, incluidos los 5,6 millones de refugiados palestinos que están bajo el mandato de la Agencia de la ONU para Refugiados Palestinos (UNRWA).

– El compromiso de Desarrollo Sostenible de 2030 de “no dejar a nadie atrás” ahora incluye explícitamente a las personas refugiadas, gracias a un nuevo indicador sobre refugiados aprobado por la Comisión de Estadística de la ONU en marzo de este año.

Lo que hay que saber: Los refugiados y desplazados forzosos

Cada minuto, veinticuatro personas lo dejan todo para huir de la guerra, la persecución o el terror.

Hay varios tipos de personas desplazadas por la fuerza. Pero todos tienen algo en común:

Refugiados

Los refugiados son nuestra principal prioridad y nos preocupamos por ellos en todos los rincones del mundo.

Solicitantes de Asilo

Solicitante de asilo es quien solicita el reconocimiento de la condición de refugiado y cuya solicitud todavía no ha sido evaluada en forma definitiva. En promedio, alrededor de 1 millón de personas solicitan asilo de forma individual cada año.

Desplazados Internos

Las personas desplazadas internas no han cruzado las fronteras de sus países para buscar la seguridad. A diferencia de los refugiados, su huida se da dentro de su propio país. Si bien pueden haber huido por razones similares a las de los refugiados, los desplazados internos permanecen bajo la protección de su gobierno, aun en los casos en que el mismo gobierno se convierte en una de las causas de su huida. Como resultado, son de las personas más vulnerables del mundo.

Apátridas

Las personas apátridas no tienen una nacionalidad y pueden tener dificultades para acceder a derechos humanos básicos. Millones de personas alrededor del mundo se encuentran atrapadas en un limbo jurídico y no son consideradas como nacionales por ningún país afectando el disfrute de sus derechos básicos.

Retornados

Los retornados, o repatriados, son los que consiguen volver a casa, la mejor solución duradera. El regreso a casa concluye un tiempo a menudo traumático en el exilio. Puede pasar meses, años o incluso décadas después de que tuvieran que huir, y en ocasiones no llega a suceder del todo.

La Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y su Protocolo de 1967

Los refugiados se encuentran entre las personas más vulnerables del mundo. La Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y su protocolo de 1967 constituyen los instrumentos legales únicos que amparan la protección internacional de los refugiados. Según sus provisiones, los refugiados merecen como mínimo los mismos estándares de tratamiento que el resto de extranjeros en un país y, en muchos casos, el mismo tratamiento que los nacionales.

La Convención de 1951, que define quien es un refugiado, contiene una serie de sus derechos y también pone de relieve sus obligaciones hacia el país de acogida. La piedra angular de la Convención es el principio de no devolución. De acuerdo con este principio, un refugiado no debe ser devuelto a un país donde se enfrenta a graves amenazas a su vida o su libertad. Esta protección no puede reclamarse por los refugiados que están considerados un peligro razonable para la seguridad del país, que hayan sido condenados por un delito particularmente grave o que se consideren un peligro para la comunidad.

Los derechos contenidos en la Convención de 1951 incluyen:

  • el derecho a no ser expulsado, excepto bajo ciertas condiciones estrictamente definidas;
  • el derecho a no ser castigado por entrada ilegal en el territorio de un Estado contratante;
  • el derecho al empleo remunerado;
  • el derecho a la vivienda;
  • el derecho a la educación pública;
  • el derecho a la asistencia pública;
  • el derecho a la libertad de religión;
  • el derecho al acceso a los tribunales;
  • el derecho a la libertad de circulación dentro del territorio, 
  • y el derecho a emitir documentos de identidad y de viaje.

Algunos derechos básicos, incluido el derecho a ser protegidos contra la devolución, se aplican a todos los refugiados. Un refugiado adquiere el derecho a otros derechos cuanto más tiempo permanezcan en el país anfitrión, derecho basado en el reconocimiento de que cuanto más tiempo permanecen en calidad de refugiados, más derechos necesitan

Lo que hay que saber 

NIÑOS Y NIÑAS: En 2018, uno de cada dos refugiados era un niño o niña. Muchos de ellos (111.000) se encontraban solos o sin sus familias.

MENORES DE CINCO AÑOS: Uganda, por ejemplo, registró a 2.800 niños y niñas refugiados menores de cinco años solos o separados de sus familias.

ENTORNOS URBANOS: Cada vez son más las personas refugiadas que viven en ciudades (61%), en lugar de zonas rurales o campamentos de refugiados.

PAÍSES RICOS Y POBRES: Los países de ingresos altos acogen de media a 2,7 refugiados por cada mil habitantes; los países de ingresos medios o bajos, a 5,8; y los países más pobres acogen a un tercio de todos los refugiados del mundo.

UBICACIÓN: Cerca del 80% de los refugiados viven en países vecinos a sus países de origen.

DURACIÓN: Prácticamente 4 de cada 5 refugiados han permanecido en situación de desplazamiento durante al menos cinco años. Uno de cada cinco ha estado en situación de desplazamiento desde hace al menos 20 años.

NUEVOS SOLICITANTES DE ASILO: En 2018, el mayor número de nuevas solicitudes de asilo correspondió a venezolanos (341.800).

PROBABILIDAD: La proporción de personas en el mundo que son refugiadas, solicitantes de asilo o desplazadas internas se elevó en 2018 a 1 de cada 108 personas. Hace diez años, la proporción era de 1 de cada 160.

Recursos (cear.es)

Más recursos

Documentos

Sistema de la ONU

Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)

Otros recursos